Routine de soins naturels pour un pied atteint de crapaud chez le cheval

Rutina de cuidado natural para la pododermatitis en caballos

La enfermedad del hongo equino es una afección específica, aún poco conocida, de los cascos que afecta a un gran número de caballos. Su nombre proviene del aspecto característico del casco afectado: tejidos necróticos, engrosados ​​e irregulares que recuerdan a la piel de un sapo. Más allá de esta imagen evocadora, la enfermedad del hongo equino es una patología compleja, a menudo vinculada a un desequilibrio autoinmune. Progresa a través de fases sucesivas : períodos de crisis inflamatoria, seguidos de períodos más tranquilos, hasta que la recuperación completa es posible con el tratamiento adecuado.

En este artículo, detallaremos una rutina natural de cuidado de los cascos basada en la observación del casco, la eliminación del tejido necrótico y el uso específico de ozono en sus diversas formas. Esta guía se deriva de la experiencia práctica y tiene como objetivo ayudar eficazmente a su caballo a recuperarse.

Comprender las etapas del desarrollo del sapo

La fase inflamatoria

Al inicio de un ataque, el pie intenta expulsar los exudados. Los exudados son fluidos producidos por el cuerpo durante la inflamación. Contienen células inmunitarias, restos de tejido y, a veces, patógenos. Su función es ayudar al cuerpo a eliminar lo que altera el equilibrio local.

En los caballos con pododermatitis, estos exudados intentan salir a través de diversas vías naturales en el pie:

  • la periopla (capa protectora delgada en la base de la pared)
  • los bulbos (áreas carnosas ubicadas en la parte posterior del pie)
  • la ranilla (estructura triangular en el centro del casco)

El objetivo en esta fase es favorecer la evacuación de estos exudados y, posteriormente, secar las zonas afectadas para prepararlas para la cicatrización.

Aquí es donde la ozonización gaseosa se vuelve crucial:

  • El ozono es un potente oxidante natural, conocido por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y curativas.
  • Cuando se aplica en forma de gas, actúa en profundidad : estimula la circulación, acelera la eliminación de exudados y limpia los tejidos.
  • Unas pocas sesiones suelen permitir superar más rápidamente esta fase inflamatoria.

La fase de eliminación del tejido necrótico

Una vez que la inflamación ha disminuido, el casco expulsa el tejido muerto. Es esta fase la que le da al pie afectado su aspecto característico: parches secos, engrosados ​​e irregulares, que se asemejan a la piel de un sapo.

Advertencia: detrás de estos tejidos necróticos suelen existir focos de patógenos ( bacterias, hongos) que continúan debilitando el pie.

Es aquí donde el uso de ozono en forma oleosa se vuelve esencial:

  • Gracias a un envase sin boquilla, es posible introducir aceite ozonizado en todas las grietas, fisuras y zonas profundas (oscuridad, hendidura, periople).
  • Esto nos permite llegar directamente a los focos de patógenos y limpiar los tejidos de forma sostenible.

Dependiendo de la ubicación, se pueden utilizar dos productos complementarios:

Adaptar la atención a diferentes situaciones

En presencia de cavidades abscesales

Si tras un absceso quedan cavidades residuales en el casco, es fundamental rellenarlas para prevenir la reinfección. El producto recomendado es Ozone Hoof Stuff : una pasta que se adhiere al interior de las cavidades y libera ozono gradualmente, creando un entorno saludable y protector.

Fortalecimiento de tejidos debilitados

Tras varias fases de rechazo y eliminación, los tejidos de la planta del pie pueden quedar frágiles. Para fortalecerlos:

  • El fluido para cascos ayuda a nutrir y fortalecer el casco. Los taninos de castaño limpian y endurecen los tejidos de forma natural, limitando el crecimiento bacteriano.

acciones cotidianas esenciales

Exfoliación regular del tejido necrótico

Es fundamental eliminar regularmente el tejido muerto de la rana y de las zonas afectadas.

  • ¿Por qué? Porque ningún producto puede penetrar el tejido necrótico.
  • ¿Cómo? Con un rallador, usado directamente por el propietario.
  • Frecuencia: tan pronto como aparezca tejido muerto, sin esperar al próximo recorte.

Recortar cada 3 semanas

A diferencia de los cascos sanos, que requieren recorte cada 6 semanas, un casco afectado por la candidiasis debe recortarse cada 3 semanas. Esto permite el crecimiento de tejido córneo sano y previene la acumulación de residuos patológicos.

Observación diaria

El éxito del tratamiento depende de una observación cuidadosa :

  • Detectar rápidamente la liberación de exudados.
  • Monitorear el proceso de curación.
  • Adapte el tratamiento según la fase (inflamación o eliminación).

Apoyo al crecimiento de los cuernos

Para favorecer un crecimiento saludable, se recomienda aplicar regularmente Ozone Mud Guard en la periople. La periople es la zona donde se producen los queratinocitos, las células que forman el tejido córneo. La estimulación de esta zona da como resultado un crecimiento más fuerte y resistente.

Conclusión

La dermatitis por contacto con hongos equinos es una patología compleja, a menudo de larga duración, pero que puede controlarse y resolverse gradualmente con una rutina de cuidados adecuada.

Puntos clave a recordar:

  • Identificar la fase (inflamatoria o de eliminación) para adaptar el tratamiento.
  • Utilice ozono gaseoso en caso de crisis inflamatoria.
  • A continuación, aplique una solución oleosa, introduciéndola profundamente en la superficie, para limpiar grietas y cavidades.
  • Fortalece los tejidos con soluciones naturales como Hoof Fluid y sus taninos de castaño.
  • Realizar un mantenimiento mecánico regular: exfoliación y recorte cada 3 semanas.
  • Examine el pie diariamente y actúe tan pronto como aparezcan nuevos exudados.

Gracias a un enfoque que combina cuidados naturales, rigor y paciencia, es posible ayudar eficazmente al caballo y restaurar la salud de sus cascos.

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